Jorge es un niño de ocho años que vive en una granja con su madre, su padre y
su abuela. Jorge está harto del egoísmo de su abuela, de su continuo mal humor y
de su actitud hacia él, sobre todo después de asustarse por sus oscuros
secretos. Jorge trata de remediar todo preparando una medicina muy especial.
Crea la medicina al mezclar muchos productos peligrosos que encuentra por todo
la casa junto con píldoras para animales. Los cuece en una enorme olla y le da
una cucharada a su abuela, lo que le hace crecer hasta que su cabeza rompe el
techo de la casa y se queda atascada en ella.
Jorge da de probar la medicina a una gallina marrón, que la hace aumentar de
tamaño. Poco después, los padres de Jorge, la señora y el señor Locatis vuelven
a casa y se quedan impresionados ante lo que ven. El Sr. Locatis se entusiasma
al ver la gallina gigante y dice que siempre ha querido criar animales gigantes
para obtener comida gigante. Juntos, Jorge y su padre disfrutan al dar de probar
la medicina a la mayoría de los animales de la granja (cerdos, vacas, ovejas, el
poni de Jorge y a Alma la cabra), lo que los convierten en animales gigantes. No
obstante, la Sra. Locatis comienza a preocuparse por la abuela y finalmente una
grúa tiene que sacarla de la casa. Una vez fuera de la casa, la abuela comienza
a galopar a lomos del poni gigante por toda la granja. Esa misma noche, la
abuela, al ser más alta que la casa, tiene que dormir en el granero.
Al día siguiente, el Sr. Locatis decide que tienen que fabricar más medicina
para venderla otras granjas y de esa manera acabar con el hambre en el mundo.
Por desgracia, Jorge no puede recordar los ingredientes exactos que había usado
el día anterior. Tras varios intentos fallidos (que tuvieron como resultado una
poción que hace crecer las patas de un pollo, una poción que hace crecer el
cuello de un pollo, y una poción que encoge a un pollo), la abuela se acerca a
la familia y les exige su taza de té. Entonces, se da cuenta de que Jorge está
sosteniendo una taza con medicina, y piensa que se trata de té. Le quita a Jorge
la taza, se la toma, y como resultado se encoge hasta desaparecer. La Sra.
Locatis está desolada al principio, pero enseguida está de acuerdo con su marido
en que con la ausencia de la abuela una molestia desaparece de sus vidas. Es
entonces cuando Jorge se da cuenta que durante "unos breves momentos había
tocado con las puntas de los dedos el borde un mundo.
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